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17 .11 .2014
24 horas de Daytona Históricas 2014



Estimados, estoy en Daytona participando de la primera edición de las 24 horas de Daytona Históricas.

La familia Abad, que construye el VRC 906 (réplica del Porsche 906 del año ’66), inscribió su auto en este evento y nos invitaron a correr a tres pilotitos criminales del CAS: José Visir, Emilio Tasco y yo. Y completando la tripulación, quien estuvo a cargo del desarrollo en pista del este VRC 906, Diego Fangio (se imaginarán la expectativa que generaba este apellido a pesar de no tener ninguna vinculación conocida con el quíntuple ni con su sobrino).



La llegada a Daytona fue desesperante ya que las tormentas de la semana pasada retrasaron el vuelo en el que viajaba el VRC 906, haciendo llegar el auto horas antes de un feriado en USA, con lo cual no se pudo retirar el auto de la aduana hasta el jueves. Con esto perdimos unas cuantas tandas de pruebas libres.Esto nos dio tiempo para recorrer el evento que es realmente impresionante, para darse una buena panzada de sport prototipos y gran turismos de las décadas del ’60, ’70, ’80 y ’90. Además, el despliegue de semirremolques, casas rodantes y equipos de competición es abrumador: juegan a la mancha con aviones.

Finalmente llegó el VRC 906 y el primer turno que pudimos girar fue en las tandas de pruebas libres nocturnas. Tal vez no sea tan aconsejable girar en Daytona por primera vez de noche y en un proto con el que no tenía contacto desde aquellos 500 kilómetros de Buenos Aires que corrimos con Diego Fangio en el 2012.

La sensación es única: miedo. Los mixtos no son gran cosa, pero la parte del óvalo es de lo más raro que experimenté en un auto de carrera. Los curvones tienen 31° de peralte, pero en vivo parecen 89°… Dentro de estos curvones la visión es solo asfalto, no se ve ningún horizonte, es como ser una bolita que el croupier tira a dar vueltas en la ruleta. La visión para atrás en los espejos también es solo asfalto. Lo bueno es que solo hay que darle a fondo y dejarlo ir tan arriba o tan abajo como el auto quiera. El problema es cuando andás despacio por ahí, ya sea por ser la primera vuelta con todo frío o por lo que sea: te pegás un lindo mareo. Como no hay mucho por hacer durante el ovalo solo pensás en el paredón y que no estaría bueno el contacto paredón / sport prototipo de los ‘60s / 260km/h. Ahí entendí por qué la técnica de seguridad de este evento es tan laxa: simplemente no te pegues. Y en verdad se ven muy pocos despistes o trompos a pesar de haber más de 250 autos entre todas las competencias y con la mitad de los participantes haciendo su primera visita a Daytona.

Después viene la chicana, que tiene un gustito más vernáculo, como las del TC de hace algunos años pero muy rápida.

El sabado al mediodía arranca la carrera. Al igual que Le Mans Classic el parque está dividido en 6 grupos y cada grupo correrá 4 carreras de una hora desparramadas a lo largo de 24hs seguidas.

Pido disculpas por no ponerme las pilas con las fotos, no soy un aficionado de la cámara; apenas tiré algunas fotos cuando me acordé y de lo que tuve a mano: hay muchísimo más.

Prometo también alguna filmación onboard del VRC906.

Por Marcelo Beruto