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15 .8 .2012
Noche 24 Horas de Le Mans



Velocidad, resistencia, dramatismo, rivalidad, convivencia, tragedia, extenuación y amor propio son solo algunas especias que confluyen en las 24 horas de Le Mans, la sal del automovilismo sport. Como paradigma de su principal propósito, Le Mans resiste: noventa años de historia casi ininterrumpida, a pesar de la oscuridad de la noche, las tempestades que la fustigan, los vaivenes de la historia y la triste marca de la mayor catástrofe. También Le Mans es alegría, euforia y orgullo: entre las infinitas historias y leyendas que circundan las 24 horas, cuenta una que el primer “sifonaso” de Champagne en un podio aconteció en estas tierras francesas, como una alegoría grotesca a esta nación.

Es inabarcable; así como ningún piloto puede atribuirse haberla ganado sólo, ningún carrocero ha modelado tantas siluetas como el aire que flota sobre la recta de Mulsanne. Mucho menos podríamos contarla en una noche de lunes, sin embargo el patio del club abrió sus puertas y poco se pudo decir cuando una Ferrari 250 LM ingresó por sus propios medios al patio empedrado como un objeto celestial. Ante nuestros ojos el mismísimo ejemplar que supo correr en el Circuit de la Sarthe hace 47 años.

Luego de algunas maniobras reposó al lado de otro atleta de Le Mans: un Aston Martin Ulster que tomó parte de la competencia en 1935 y 1937. Una Bugatti tipo 57 que participó en las 24 horas de 1935 y un Salmson GS que ganó el índice de performance en 1927 completaron el lote de 4 autos participantes que estuvieron presentes en esta noche. Adicionalmente, se expusieron modelos representativos de la historia de este evento:  una Maserati A6GCS similar a la que tomara parte de la competencia en manos de nuestro querido socio Talo Tomassi en 1954 y 1955, un Alfa-Romeo Giulia Tubolare Zagato y BMW 328 roadster.









Nuestros invitados de honor fueron destacables figuras; comenzando por José Froilán Gonzalez: único Argentino en ganar la general de las 24 horas de Le Mans. En 1954 “El Cabezón” ganó la carrera con una poderosísima Ferrari 375 Plus, hermana de la que nuestro socio Enrique Díaz Sáenz Valiente utilizara en la vuelta de 3 Arroyos. Talo Tomassi, participante de la edición 1954 compartiendo butaca con el marqués Alfonso de Portago, dejó entrever algunas anecdotas. “El Nene” García Veiga también se hizo presente en esta celebración y recordó a su co-equiper en Le Mans de 1973 a bordo de una Ferrari 365 GTB/4 del NART: Rubén Luis Di Palma. Entre los más recientes, contamos con la actual personalidad argentina en las 24 Horas de Le Mans: Luis Perez Companc, quien obtuvo un muy meritorio noveno puesto en la general y tercero en la clase LMP2 de la última edición disputada hace apenas 30 días; donde dominó ampliamente nuestro sponsor, Audi, que también estuvo presente en la figura de Gonzalo Cassina, gerente de marketing de la marca en Argentina.

También se lo recordó al recientemente desaparecido “Bitito” Mieres, otro socio que tomó parte en Le Mans en los años 1953 y 1955 al volante de un Gordini T15S y una Maserati 300S respectivamente. Tampoco podía faltar la memoria de Alejandro De Tomaso, también socio del CAS, quien se adjudicara el índice de performance en 1958 en un OSCA 750.

Pablo Vignone, un apasionado historiador de esta épica competencia, hizo referencia a algunos puntos destacables de la historia y de la película “Le Mans” de Steve Mcqueen que se proyectó en las pantallas del salón.

Finalmente se entregaron reconocimientos a los pilotos participantes y a los dueños de los autos expuestos en el patio.

Texto: Marcelo Beruto
Fotos: Miguel Tillous